martes, 19 de julio de 2011

Tres meses y una semana, irrepetibles.


Las horas, los minutos y los segundos pasan hasta convertirse en días y esos días llegan a formar meses. Meses. Hace tres meses y unas semana que nos conocimos, hace tres meses y una semana que te entregue mi corazón, mis lagrimas, mis sonrisas, mis lamentos, mi todo.
Fue un viernes 20 de mayo, 5:03 de la tarde, un viernes lleno de color, de vida, de sentimientos, de luz.
Digamos que en un paquete con un sobre dentro y pegado con cinta aislante te deje mi ser, todo lo que he dejado que te pertenezca.

Vamos a hacer un trato ranita mía ¡¿ok?!, yo ya te he dejado mi corazón y todo mi ser, quiero que un día me dejes disfrutar de ti, es decir, pasar un día juntos y así me podré ganar un pedacito de tu inmenso corazón, ya que es tan grande que no lo podré conseguir de golpe.
Solo te pido eso, mi vida entera por un trozo de tu corazón, pero es un secreto, será el día menos esperado, como el de mi amor por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario